Para vivir alegre y feliz no hace falta tener de todo, sino basta estar contento con lo que se tiene. No es feliz el que tiene mucho, sino al que le sobra todo.En la vida hay que saber escuchar. Escuchar con interés es la mejor manera de consolar al que sufre. A todos nos gusta que nos escuchen. Mucho más al que sufre. Y si además tu palabra cálida le transmite paz y alegría interior, habrás hecho una gran obra.
Procura hacer cada día algo que aumente la felicidad de alguien. Una de las cosas más bellas es ser sembrador de alegría. La alegría es la música del alma. El hombre alegre es feliz y hace felices a los demás. La alegría nace de la paz del alma, de la paz interior, del deber cumplido y de sentirse útil a los demás.
El mayor servicio al prójimo es llevarle alegría. Un semblante sonriente y un alma alegre transmiten felicidad. El que comunica alegría, da ánimos, y dar ánimos es un modo de amar. La mejor manera de amar es pasar por el mundo haciendo el bien. Es lo que hizo Jesucristo.
Para vivir alegre y feliz no hace falta tener de todo, sino basta estar contento con lo que se tiene. No es feliz el que tiene mucho, sino al que le sobra todo.
Autor: P. Jor
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